Jon Mouncey, Consultor Veterinario de los Servicios Técnicos de Genus ABS

Los márgenes más ajustados en algunas explotaciones hacen que sea más importante que nunca que los ganaderos se aseguren de que la gestión de su rebaño siga siendo la mejor posible. En este artículo exploramos 5 áreas clave que los productores de leche deben considerar en el mercado actual:

1. ¿Se puede ganar más con una mejor eficiencia reproductiva en mi rebaño?

Muchas ganaderías alcanzan constantemente tasas de preñez de 21 días del 24% o más. Comparando esto con lo que se consideraba un objetivo del 20% en los últimos años, se pueden obtener importantes ingresos. Incluso a 23 días de edad, una granja de 250 vacas puede ganar 15.000 libras/año mejorando las tasas de preñez a 21 días del 20% al 25%.

Obviamente, los gastos adicionales necesarios para hacer mejoras para conseguirlo deben ser deducidos de esta cifra. Ahora es un buen momento para evaluar todos los aspectos de su programa de reproducción. Por ejemplo, la primera inseminación, el éxito de las estrategias de intervención hormonal y la frecuencia de las visitas rutinarias de comprobación de celo.

2. ¿Hay vacas que no están rindiendo en mi rebaño?

Es importante analizar los rebaños individualmente, tratando el espacio que ocupa cada vaca en el rebaño como una unidad de negocio por separado. Por ello los ganaderos deben considerar la rentabilidad del espacio que ocupa cada vaca en su propia unidad. Las vacas que no generen suficientes ingresos para cubrir sus costos variables de alimentación y mano de obra deben tener un “cambio rápido de carrera”.

Tomar la decisión de secarlas o de retirarlas potencialmente del rebaño y decidir si realmente necesitan un reemplazo para ocupar su lugar. En establos con exceso de animales es habitual retirar vacas de baja rentabilidad y mejorar el rendimiento general con las vacas restantes. Si las instalaciones están infradotadas, hay que considerar si se pueden mejorar los sacrificios o la cría de novillas. Todo ello para asegurar que el alojamiento esté a la altura de su capacidad óptima.

3. ¿Están las novillas de reemplazo tomando más tiempo de lo necesario en criarse y hay demasiadas dentro de mi propio plan de cría?

Muchos rebaños siguen teniendo un promedio de 26 a 27 meses de edad o más en el primer parto. A pesar de que años de investigación y experiencia sugieren que se pueden criar y parir novillas a los 22 y 23 meses de edad. Reevaluar las prácticas de cría y el número de novillas permite reducir costos, respecto a las necesidades de alimento, costos de instalaciones/mano de obra.

Pero también debe evaluarse la calidad de las novillas criadas. La producción de leche en los animales de primera lactación debería alcanzar el 82-85% de las vacas adultas. También deberían revisarse las tasas de gestación y mortalidad de los animales de primera lactación. La mala calidad de las terneras puede provocar grandes pérdidas de animales en primera lactación. Esto supondría grandes pérdidas económicas, que a menudo pueden pasar desapercibidas.

4. ¿Cuántas vacas se pierden en mi granja durante los dos primeros meses después del parto?

Aproximadamente el 45% de las vacas soportan en los primeros 30 días en leche algún evento relacionado con el período de transición (metritis, fiebre de la leche, mastitis, cetosis, etc.). Esto puede resultar en que una proporción significativa del rebaño se pierda dentro de los primeros 60 días en leche, representando una gran pérdida económica. Se puede alcanzar el objetivo de perder el 5% o menos de la cabaña en los primeros 60 días en leche.

La formulación de la ración no suele ser el problema en muchos casos, sino que se debe a la aplicación de la ración. Por ejemplo, la longitud de la paja, el peso inexacto de los ingredientes o no tener en cuenta los cambios en la materia seca. El hacinamiento en el corral de transición o de recién nacidos no es infrecuente. Las vacas en rebaños con menos de 75 cm en el corral de transición tienen un 40% más de riesgo perderse durante los primeros 30 días de lactación. Revise su perfil de parto previsto para identificar los períodos de riesgo.

5. ¿Estoy maximizando mis ganancias a través del control de calidad de la leche?

Aunque la producción de leche es un factor clave para el rendimiento general de grasa y proteína, los porcentajes de los componentes también son importantes. Es posible mejorar los rebaños Holstein, si el nivel de grasa del rebaño es inferior al 3,7% y el de proteína inferior al 3,0%. La baja grasa de la leche sugiere el paso desde el rumen de ácidos grasos insaturados únicos que inhiben directamente la síntesis de la grasa de la leche. Esto ofrece la oportunidad de investigar la formulación de la ración o una revisión de la implementación de esta.

Puede haber oportunidades para revisar el uso de las proteínas mezcladas o los aminoácidos protegidos si el porcentaje de proteína de la leche es bajo. Lo que indica que la fermentación del rumen y la síntesis de proteínas microbianas no es probable que se maximice. Revise si está perdiendo las primas de calidad de la leche debido a la rutina de ordeño, problemas en la sala de ordeño, o a unas pocas vacas de alto CCS que están elevando todo el tanque. Asegurar que los protocolos en los que ha invertido y desarrollado a lo largo del tiempo siguen siendo apropiados, creando retornos positivos y no se han desviado con el tiempo.

Aproveche la oportunidad de revisar estos factores con sus asesores nutricionales, veterinarios y de cría en el próximo mes para identificar las áreas de optimización de su ganadería.

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